David Graeme Baker

 David Graeme Baker nació en Sudáfrica en 1968, hijo de un cirujano y una madre muy creativa. Su talento como artesana inspiró en David la actitud de que si uno quiere algo, puede hacerlo fácilmente uno mismo. En otras palabras, se crió en una casa que valoraba la atención a los pequeños detalles y el trabajo excelente. Si bien ahora es fácil ver esto en sus pinturas, no había señales claras cuando David era joven de que crecería y se convertiría en un artista. De niño, hacía muchos garabatos, tomaba prestados libros de dibujo de figuras de la biblioteca y le encantaba la clase de arte de la escuela primaria. Sin embargo, su escuela secundaria no tenía un programa de arte, por lo que tardó un tiempo en la universidad en volver a hacer arte.

Se graduó en la Universidad Wesleyana como estudiante de arte, habiéndose centrado en la escultura; para su exposición final realizó varias piezas a gran escala que enorgullecieron a sus padres, y finalmente ocupó un espacio entero en su garaje en Erie, Pensilvania.

En un esfuerzo por empaparse del arte de estudio tradicional, David asistió a la Academia de Bellas Artes de Pensilvania en Filadelfia. Se inscribió en el programa de certificación de cuatro años. En esta época en la que se pueden obtener certificados por casi cualquier cosa, desde usar hilo dental todos los días durante una semana hasta asistir a un seminario de dos horas sobre doblado de servilletas, es importante destacar que ESTE certificado es algo muy importante: cuatro años de largas jornadas de dibujo, pintura y escultura del natural, mucha anatomía y un poco de historia del arte. Es un enfoque clásico para convertirse en artista y David se adaptó a él como un pato a los biscotti.

En su primer año había cambiado su enfoque de la escultura a la pintura debido en parte a los empujoncitos útiles de los miembros del profesorado (¡gracias Glenn Rudderow!). Cuando no estaba pintando, jugaba al ultimate frisbee, escuchaba y tocaba música y se deleitaba con las ofertas de los mercados de comida italiana y asiática que llenan el sur de Filadelfia.

Después de graduarse de la Academia de Bellas Artes de Pensilvania, permaneció en Filadelfia durante dos años antes de mudarse al condado de Bucks, Pensilvania, ganándose la vida como artista y profesor. Conoció a la mujer con la que un día se casaría; Ella aceptó salir con él a pesar de que él se burló de su gorro de lana en su primera conversación.

En 2000, David y su novia se mudaron a Mount Desert Island, Maine. Mientras que la mayoría de los artistas se mudan a Maine para centrarse en sus pinturas de paisajes, David se mudó a un lugar cerrado (como resultado de los inviernos fríos, tal vez) para centrarse en figuras e interiores.

Vive en Hancock, Maine, en una gran casa de campo antigua que siempre necesita pintura (irónico, ¿no?) con su esposa Sarah, dos adolescentes llamados Morgan y Corin, y un labrador negro que haría cualquier cosa por un masaje en la barriga. Ha descubierto que las formas más efectivas de posponer las cosas son preparar espressos, estudiar italiano y seguir el fútbol europeo